Paz y seguridad en Colombia, en vilo por freno de ayuda internacional de EE. UU.

Los recursos girados por la potencia al país fueron por US$740 millones en 2023. Piden al gobierno colombiano tomar medidas para evitar recortes.

Con paso fuerte en decisiones diplomáticas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva en donde frenó por al menos 90 días las ayudas internacionales del gigante americano, con el objetivo de garantizar que los recursos destinados se utilicen de forma estratégica en los intereses nacionales de este país.

Sin embargo, las ayudas de la potencia son consideradas una inversión en países como Colombia, por lo que en el desagregado por sectores, la paz y seguridad, la asistencia humanitaria, el desarrollo económico y la democracia, derechos humanos y la gobernanza serían los renglones más afectados en el país.

De acuerdo con información de Foreign Assistance, analizada por la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia), solo durante el 2023 Colombia recibió un total de US$740 millones en ayudas de Estados Unidos, siendo este valor un 9% mayor al destinado en el 2022 que fue por US$680 millones.

De ese gran total, el sector que más recibió recursos, durante el 2023, fue el de paz y seguridad, al cual se le destinaron un total de US$225,6 millones, con un incremento del 3% frente a la cooperación del año anterior. Igualmente, los dineros destinados para asistencia humanitaria fueron por US$223,4 millones, sin embargo, esta destinación fue menor un 9% frente a la del año anterior.

Otro que mantiene un fuerte financiamiento en ayudas del gigante americano es el de desarrollo económico. Para este frente, en el 2023, se asignaron US$100,1 millones, siendo un 20% mayor al del 2022. Le sigue democracia, derechos humanos y gobernanzas con US$85,1 millones.

Vale la pena detallar que durante el periodo analizado, los programas de apoyo, la educación y los servicios sociales y la salud, fueron unos de los renglones con mayores incrementos. Específicamente para el caso del primero, Estados Unidos destinó un total de US$76,9 millones.

Mientras tanto, para la cooperación en educación se dieron US$21,1 millones, siendo esta cifra 105% mayor a la de 2022 que fue por US$10,3 millones. De igual manera, los recursos para la salud aumentaron un 400% pasando de US$1,1 millones en el 2022 a US$5,5 millones en el 2023.

Según AmCham Colombia, el país es uno de los mayores receptores de ayuda estadounidense en Latinoamérica, por lo que esta medida genera incertidumbre, especialmente por la tensa relación que pueda existir entre el gobierno Petro y el secretario de Estado, Marco Rubio, que se ha caracterizado por su postura crítica hacia los gobiernos de izquierda en América Latina.

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Para María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham Colombia, en el marco de las asignaciones presupuestarias de Estados Unidos para 2024, Colombia recibió un total de US$401 millones en ayuda, según lo estipulado en la Ley de Asignaciones aprobada por el Congreso estadounidense.

La distribución de los fondos muestra áreas clave de cooperación entre ambos países. De los recursos asignados, US$134 millones se destinaron a la lucha contra el narcotráfico, significando un recorte de US$15 millones en comparación con el año anterior.

Asimismo, US$206 millones fueron enfocados en programas de desarrollo, derechos humanos y fortalecimiento de la justicia, con una disminución de US$24 millones frente a 2023. Finalmente, se asignaron US$37 millones para financiar a las Fuerzas Armadas, manteniendo el apoyo a la seguridad.

“Cabe destacar que la administración del presidente Joe Biden había solicitado US$413 millones para Colombia, pero el Congreso aprobó una cifra menor, reflejando un equilibrio entre las necesidades planteadas y las limitaciones fiscales”, indicó.

Además, el manejo de estos fondos está sujeto a diversas condiciones. Si los recursos no han sido desembolsados, el Presidente puede retrasar su ejecución mediante directrices del Departamento de Estado o la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).

En algunos casos, también es posible realizar reprogramaciones administrativas dentro de ciertos límites, sin necesidad de aprobación legislativa. No obstante, si los fondos no se utilizan durante el año fiscal correspondiente, estos expiran y no pueden ser aprovechados, lo que subraya la importancia de una ejecución eficiente y oportuna de la ayuda en beneficio de las prioridades bilaterales.

Papel del sector privado
Aunque la decisión del presidente Donald Trump involucra a Colombia, de acuerdo con Ricardo Triana, director ejecutivo del Consejo de Empresas Americana (CEA), está también plantea desafíos para las compañías del país.

“Aunque entendemos la incertidumbre en el corto plazo, estos 90 días se entienden como un periodo de sincronización con las prioridades y enfoques de este nuevo gobierno, los cuales creemos que estarán centradas en el desarrollo económico, la lucha contra el narcotráfico, la migración y el involucramiento del sector privado. En ese sentido, enfoques de la cooperación diferentes a los mencionados, como la conservación de la biodiversidad y el medio ambiente, entre otros pueden verse afectados”, opinó.

Así mismo, el director agregó que a pesar de los desafíos que la suspensión de la ayuda internacional pueda representar para Colombia, es una oportunidad para que el sector privado se siga fortaleciendo y apostando por el país debido a su mercado emergente, recursos naturales y ubicación estratégica.

“Para mantener este interés inversionista, es crucial que Colombia continúe estableciendo un entorno seguro y estable, promoviendo el desarrollo económico y social, y garantizando la sostenibilidad a largo plazo mediante el fortalecimiento del Estado de derecho y la infraestructura”, destacó.

¿Qué puede hacer Colombia?
Según lo mencionado por AmCham Colombia, es crucial que el gobierno de Colombia adopte una estrategia integral para defender la cooperación bilateral y evitar recortes de recursos por parte de Estados Unidos.

En el caso de que esta situación ocurra, se proyecta un debilitamiento de la seguridad, el crecimiento y se frenaría el apoyo a las comunidades vulnerables del país. “Colombia debe actuar con rapidez, demostrando resultados tangibles y alineando prioridades estratégicas con Estados Unidos para garantizar la continuidad de este respaldo crucial” dicen.

Adicionalmente, mencionaron que existen factores en los que hay que actuar, justamente para mantener las ayudas con la potencia. En un primer momento se detalla el fortalecimiento de la diplomacia bilateral, manteniendo diálogos proactivos con las nuevas autoridades estadounidenses.

Esto, se lograría a través de resultados demostrables a través de cifras que evidencien el impacto positivo de la asistencia en las áreas críticas. Por ejemplo, en 2024, Colombia alcanzó un récord en incautaciones de cocaína, decomisando más de 848,5 toneladas, lo que representa un incremento del 14% respecto a las 741 toneladas incautadas en 2023.

Tomado de: Portafolio

 



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